02 enero 2007

Sobre la navidad...

...me toca los cojones. Pero de verdad.

Primero, porque no sé muy bien qué pinta una celebración litúrgica a estas alturas de la película. Aunque bien pensado, la humanidad está aún en la prehistoria, por muy avanzados que nos creamos: hambre, pobreza, explotación... y más cerca, tenemos al PP, un Estado que en su constitución dice que es aconfesional pero luego subvencionamos a la secta católica entre todos, cada vez hay más tuneros...

Segundo, porque muestra en toda su crudeza lo hipócrita o lo absurda que es mucha gente: se celebran comidas o cenas familiares en las que sus integrantes no siempre están interesados en estar en ese momento ahí, pero lo hacen... no sé, ¿por qué lo hacen? Tu familia es esa gente a la que te apetece ver. En mi caso incluye a los amigos de mi círculo más íntimo. Pero si no te apetece ir a tal o cual cena/comida familiar, ¿no deberíamos ser sinceros (o desde el punto de vista del anfitrión, comprensivos) y no acudir?

Tercero, porque me toca ir en nochebuena a casa de mis suegros y cantar karaoke después de la cena. Menos mal que me pongo tierno de vino y acabo, no ya cantando con soltura, sino intentando quitarle el micro a otros cuando es su turno... Triste espectáculo pero ¡¡¡poneos en mi lugar!!!

Y encima hace un frío de tres pares de huevos...